domingo, 14 de enero de 2018

UN SERRUCHO DE FAMILIA

Vivimos momentos difíciles en el Club. Las cosas no nos están saliendo como queremos porque las noticias que nos han llegado últimamente no han sido nada positivas.

Tener compañeros en el dique seco no es nada agradable. Afortunadamente hoy hemos recuperado a Alberto, pero tenemos a David luchando con su rodilla que le quiere ganar por ippon. Su fuerza les hace ganar sus batallas y nos ayudan a los demás a que no caigamos.

Pero cuando la batalla es una verdadera guerra el asunto se pone feo. Y cuando la cosa se pone fea ahí está la familia de correr para que todos corramos juntos hasta la meta.

Hoy hemos ido a una verdadera prueba de corredores de verdad. Hoy tocaba el Serrucho en Alalpardo. Había escuchado muchas historias, casi leyendas, sobre barro, cuestas y jamón. Siempre he querido correrla pero nunca me cuadraba el calendario. Aunque hoy no era el día más propicio por las molestias que tengo me apetecía mucho y además lo he disfrutado a lo grande. 

Me ha recordado mucho cuando corrí aquel maratón de Sevilla. Desde atrás, disfrutando de la carrera. Sin pensar en tiempos, sin prisas. Siempre es un gusto y un placer correr con la gente del Club. Cuando vas por delante te encuentras muy solo pero cuando sales desde atrás la carrera parece de equipo y se vive de forma diferente. 

Es una maravilla empaparse de las ganas e ilusión de Pablo. Aprender de la experiencia y el saber hacer de Alex y Pedro. Grandes de pies a cabeza. Es una delicia embarrarse con la potencia y fuerza de los titanes Isra y Paco, grandes compañeros. Ni que decir del pundonor de Juanjo y de su zona de influencia. Es grande subir las cuestas acompañados de los todoterrenos Antonios, solidaridad y compañerismo. La valentía de Juan y sus retos, su reto superado a pesar de los pesares y las miras puestas hacía el techo del Soplao. Disfrutar de la reaparición de señor montaña Alberto y ver que su rodilla le respeta porque el lo merece. Y después de todo eso salpicarse de las lágrimas de una espectacular Mónica, que no entendía sus ganas de llorar, acompañada a partes iguales por el protector y fustigador Poves, cargando con su media naranja Sánchez. Cosas del correr.

Está claro que de piernas, coraje, voluntad este club está lleno. Grandes retos superados y otros que vendrán. Pero eso lo tienen otros clubes.

Cuando esta semana me llamó Antonio contándome la idea de hacer una pancarta para Carlos y Enrique y solicitando mi ayuda no dude un segundo. El gesto me pareció espectacular y nos pusimos a ello. Le di alguna idea, acepto y se puso a ello. Ahí agradecí aquella decisión de unirme a esta gente que no deja de sorprenderme. GRANDE ANTONIO.

Poder tener hoy la compañía de Enrique como apoyo logístico y verle con tantas ganas también es una lección para mayor sorpresa también quería tener su propio gesto con Carlos. Ambos inmersos en sendos maratones de kilometraje incierto.

Ahí esta la diferencia. Cuando alguien en la familia flojea los demás se vuelcan para que vuelva lo antes posible al grupo. Ahora nos necesitamos más que nunca y ahora estamos apoyando al máximo.

A pesar de las molestias sentía que debía estar allí. Que esa pancarta dice mucho. Que la carrera de hoy a pesar de ser un verdadero reto de la naturaleza no era lo más importante. Hoy hemos corrido por ellos. Porque entre todos, los kilómetros se llevan mejor.

Abrazos, sonrisas, compañerismo... en definitiva lo que otros llaman equipo y a mi me parece, que en nuestro caso va más allá. Hoy he vuelto a sentir a la familia de correr.

Me hago con la voz del Club y quiero expresaros las ganas que tenemos todos de que esta carrera que comenzasteis sin apuntaros acabe lo más pronto posible y que disfrutemos en la meta tomando el avituallamiento oportuno: churros con mucho azúcar y cervezas varias.
























3 comentarios:

  1. Espectacular como siempre, me encanta. Efectivamente los tiempos importan poco cuando hay cosas más importantes en juego.

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  2. Juan ,tus palabras expresadas desde tus sinceros sentimientos son una fuente de energía inagotable, acertadas y motivadoras. Sin duda toda una inyección de moral para nuestros "lesionados" y por consiguiente para el resto, quienes estamos deseando que vuelvan con nosotros cuanto antes al "rebaño". Eres muy GRANDE profe.

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  3. Me ha gustado mucho tu texto Juan, escrito desde dentro, desde el corazón, y seguro que toda la familia del correr piensa lo mismo. Esa misma familia que en los momentos duros, sean de la vida como de la carrera, se vuelca a ayudar y animar, acompañando y alentando para pasar mejor los momentos duros.
    Muchas gracias por todo lo que haces, y por supuesto por este texto tan bonito que anima mucho a esta familia nuestra del correr. Una cosa está clara, que el año que viene hay que patearse este serrucho y compartir barro o lo que toque con la familia del correr.

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